Cómo elegir smartphone - GUÍA DE COMPRA
A la hora de
comprar un ‘smartphone’ o teléfono móvil inteligente son muchas las
cosas que debemos tener en cuenta. El sistema operativo, el tamaño de la
pantalla, tipo de cámara de fotos o el dinero que estemos dispuestos a gastar
condicionarán nuestra elección.
Sistema operativo
Es quizás
nuestra primera y más importante decisión antes de comprar un móvil. Ahora mismo el mercado se lo disputan
una ingente cantidad de teléfonos con sistema operativo Android desarrollados
por los principales fabricantes de todo el mundo (Samsung, Sony, LG,
Lenovo-Motorola, HTC, ZTE, Asus,...) y el iPhone de Apple. Como actores
secundarios podríamos mencionar a los ‘smartphones’ con sistema operativo
Windows Phone, Blackberry, Tizen o Firefox OS. Samsung es líder de ventas en
todo el mundo, con más de 318 millones de unidades comercializadas en 2014,
según datos de la consultora IDC. Le sigue, a bastante distancia, Apple con
casi 193 millones de iPhones.
- Android:
quienes apuestan por Android valoran la gran cantidad de modelos existentes,
ajustados a todo tipo de necesidades, así como un mercado creciente de
aplicaciones. Eso sí, existen diferentes versiones de Android y siempre debemos
intentar que nuestro teléfono esté preparado para actualizarse a la más
reciente; si no, se nos puede quedar obsoleto antes de lo que pensamos. La
última versión es Android 5.1. Lollipop.
- iOS:
los usuarios de iPhone estiman la fiabilidad de los productos Apple así como el
prestigio social de la marca de la manzana mordida.
- Otros
sistemas operativos: Windows Phone, Tizen, Firefox OS, Ubuntu For Phones o
Blackberry tienen también sus puntos a favor, como que requieren menos
prestaciones de ‘hardware’ para funcionar de manera fluida y son sistemas más
seguros ante el malware, aunque es cierto que la menor cantidad de aplicaciones
disponibles los hacen poco atractivos para la mayoría de los usuarios.
Tamaño de pantalla
Hoy en día
son muchos usuarios optan por pantallas de gran tamaño para mejorar su
experiencia de navegación por internet, ver vídeos o jugar con las
aplicaciones. Podemos encontrar móviles con pantallas desde las 3,5 a las 6
pulgadas. A partir de 7 ya se pueden considerar como tablets.
A la hora de
elegir el tamaño, hay que tener en cuenta la ergonomía. Nuestra capacidad para
interactuar con una máquina adquiere mucha relevancia: poder manejarlo con una
sola mano, si nos lo llevamos a la oreja cuando hablamos o utilizamos
auriculares, si cabe en nuestro bolsillo o necesitamos un bolso o mochila. Se
han dado casos de tendinitis y síndrome de túnel carpiano en los dedos por el
uso repetido del móvil para escribir mensajes. Una patología que puede aumentar
con pantallas más grandes y con más peso. Así que el consejo es probarlo y
tenerlo entre las manos un buen rato antes de decidirnos.
Conectividad con internet
4G o ·3G: si somos de los que vamos a
pasarnos horas conectados a internet y nuestro operador tiene una buena
cobertura 4G, debemos tener en cuenta que los ‘smartphones’ más baratos no
suelen tener antenas 4G, por lo que no podremos disfrutar de las velocidades de
descarga de archivos de hasta 150 megas por segundo. El 4G es una tendencia de
futuro (hasta la llegada de 5G) y hoy en día es una apuesta segura a la hora de
elegir nuestro nuevo móvil.
WiFi: posiblemente, gran parte de
nuestros datos los descarguemos vía WiFi, por lo que la recomendación es que
nuestro ‘smartphone’ incluya WiFi a, b, g o n. Si tiene doble antena, mejor que
mejor, ya que la conexión será más rápida.
Cámara de fotos
En los
últimos años son muchos los usuarios que eligen un móvil u otro en función de las
características de su cámara de fotos. Hay que tener claro que, más allá de la
cantidad de megapixeles que marca el fabricante, lo mejor es fijarse en
aspectos como la lente, el sensor, el procesador o si los píxeles son
interpolados. Una cámara de fotos de 20 megapíxeles no quiere decir que sea
mejor que una cámara de 16.
Como también
grabaremos vídeo en algún momento, no debemos dejar de interesarnos en si la
cámara es capaz de grabar vídeo en HD e incluso en formato 4K.
Otro aspecto
cada vez más destacado es la calidad de la cámara secundaría ante el auge de los
selfies. La mejor recomendación en este caso es que busquéis opiniones o
reseñas de otros usuarios en internet antes de decidiros.
Conexiones inalámbricas
Hoy en día
casi todos los móviles tienen conexión vía GPS y Bluetooth.
Algo menos habitual es encontrar un smartphone con NFC, una tecnología
inalámbrica de corto alcance que requiere que acerquemos nuestro móvil a un
lector para poder validar una operación, sea un pago o el acceso a un recinto o
medio de transporte. NFC es también una tendencia de futuro, por lo que es
importante que vayamos incorporándola a nuestras vidas.
Almacenamiento
Uno de los
mayores quebraderos de cabeza cuando tenemos un móvil es qué hacer cuando en su memoria
interna ya no cabe nada más: ni aplicaciones, ni fotos, ni canciones. Hasta
hace poco, muchos modelos, especialmente los de Android, nos permitían incluir
una tarjeta de almacenamiento MicroSD para multiplicar nuestra memoria de
almacenamiento. Pero los modelos recientes están eliminando esta opción e
incluso el propio sistema operativo ya no facilita pasar determinados archivos
de una memoria a otra. Los expertos consideran que el acceso a los datos de la
memoria MicroSD ralentizan el funcionamiento del ‘smartphone’ y apuestan por
memorias internas de acceso directo.
Podemos
encontrar teléfonos con 8 Gb de memoría y de ahí las capacidades ascienden en
múltiplos de 2: 16, 32, 64, 128 Gb. Un móvil con menos de 8 gigas de memoria
interna no es nada recomendable.
Aspectos técnicos
- Procesador:
los móviles de alta gama de hoy en día tienen procesadores de ocho núcleos
(octa-core) que mejoran el funcionamiento. Lo que está claro es que a más
velocidad de procesamiento el móvil será más caro. El consejo es partir de
móviles de cuatro núcleos (quad-core) en adelante.
- Memoria
RAM: no debería ser menor de 1 GB, aunque si no vamos a jugar con
aplicaciones complejas ni a ver vídeos de gran resolución nuestro móvil puede
funcionar bien con algo menos.
- Calidad
de pantalla: la cantidad de píxeles, el tipo de pantalla (AMOLED, Retina,
OLED, IPS, LCD,..) e incluso la incorporación de materiales como Gorilla Glass
son aspectos en los que hay que fijarse.
- Batería:
la cantidad de miliamperios que puede almacenar (mAh), la rapidez en la
velocidad de carga, y los sistemas inalámbricos de alimentación pueden
evitarnos quebraderos de cabeza. El gasto de batería depende de cuestiones como
la cantidad de procesadores, sensores, la resolución de pantalla y su brillo,
la cantidad de servicios inalámbricos que tengamos conectados (WiFi, 3G,
Bluetooth, GPS,...) o qué aplicaciones utilicemos, por lo que una misma
cantidad de mAh puede conllevar una duración diferente en cada móvil.
Un valor
añadido son los sensores que incluye el ‘smartphone’. Los más habituales son
acelerómetro, barómetro, giroscopio, geomagnético, luminosidad o proximidad, pero
se están extendiendo los relacionados con parámetros biométricos, como la
huella dactilar y el reconocimiento facial o del iris, que dotan a nuestros
teléfonos de un extra de seguridad ante posibles robos.